lunes, 19 de octubre de 2015

Los Atrincherados

Que si "Mileuristas", que si "Ni-nis", que si "Generación Perdida"...

Cada vez pienso más que este mundo está obsesionado con ponerle etiquetas a todo para no sucumbir al Caos que debe de suponer el matiz y la graduación. Con colocar a las personas, las cosas y los acontecimientos en tal o cual estante de una minuciosa (y monstruosa) estructura global para que nada se escape a una definición, a una explicación. Parece que las infinitas sombras del gris asusten a las cartesianas cabecitas encargadas de contarnos cómo es el planeta en el que vivimos. 

Pues bien, hoy me he animado a crear yo una de estas contundentes etiquetas. Os hablaré sin más dilación de los Atrincherados. 



Los Atrincherados, que no llegan a Mileuristas (sería todo un sueño dorado para ellos) y que pueden ser considerados "Ni-nis" (la mayoría, porque ya no saben con qué licenciatura, Master o curso más escapar de esa infausta clasificación), también serían encajables en esa poética Generación Perdida, que aunque haga pensar en escritores existencialistas, equivale a ser un joven sobradamente preparado  y atrozmente despreciado por el Sistema, sea lo que sea el Sistema. 

Los Atrincherados son todos aquellos jóvenes o no tan jóvenes (me niego a poner un intervalo de edad exacto: siempre aparecen argumentos para estrecharlo o ensancharlo) que aunque estén sufriendo el Monstruo de la Crisis, se han negado a irse al extranjero a tratar de buscarse la vida. ¿Que por qué? Pues por diferentes motivos (sugiero leer mi post En Tierra Extraña). 

Los Atrincherados han dicho: "Yo de aquí no me muevo hasta que mejoren las cosas, hasta que me salga algo, no me da la gana irme". Obviamente, porque dentro de lo que cabe son afortunados, porque han podido llegar a esta decisión tirando de ahorros, ayudas de seres queridos y trabajitos ocasionales (muchas veces pagados en negro que te quiero negro). El caso es que se han atrincherado en su propio país, herido de muerte. Su país, sí: como si su país fuera la casa, cárcel abandonada, fábrica decrépita o shopping-center despoblado donde se refugian y protegen los supervivientes de un apocalipsis zombi. 

El mundo de afuera se cae a pedazos, la muerte los rodea, pero a los Atrincherados no hay Dios que los saque de su trinchera. A no ser, claro está, que aparezca una posibilidad de huida sensata:  porque los Atrincherados no son amigos de precipitarse en brazos de la fatalidad sin un mínimo de garantías. 

Los Atrincherados no tienen la suerte de poseer contactos, enchufes ni golpes de gracias excepcionales, pero agotan todas las vías de búsqueda de empleo que tienen en su mano. 

A los Atrincherados nadie los ha convencido de que quizás en el extranjero les pueda ir mejor, o, sencillamente, no han querido hacerlo porque tienen aquí una vida familiar y social a la que no quieren renunciar, o porque tras haberse preparado académicamente a conciencia, les entra la pataleta y se niegan a irse fuera a trabajar en hostelería o limpieza. 

Los Atrincherados saben lidiar muy bien con la soledad del día a día del desempleado, el rechazo constante de las pocas empresas en las que consiguen ser entrevistados y la incomprensión y las críticas de los que no los entienden o descalifican. En su atrincheramiento han desarrollado su fuerza, sentido común, resistencia y resilencia hasta límites que nunca pensaron alcanzar, pero también tienen negros días de desánimo en los que sólo sus seres queridos les sirven de bastón y consuelo. 

Los Atrincherados no creen en los políticos pero viven con la esperanza de que algún día las cosas mejoren,  aunque están convencidos de que nunca se curarán del todo. 

Los Atrincherados se juran a sí mismos que si algún día consiguen tener un trabajo digno no se olvidarán de sus años de atrincheramiento y que harán todo lo que puedan para denunciar lo que les sucedió y procurar que no vuelva a suceder. 

¿Alguien que esté leyendo esto se siente un Atrincherado? 

jueves, 15 de octubre de 2015

¿Habemus EDITOR?

No es seguro,

puede ser,

quizás sí,

o quizás quede en nada,

pero

a lo mejor

hay un EDITOR

interesado en

Anabel perdió el control.

Si hay algo que contar,

lo contaré por aquí.

martes, 13 de octubre de 2015

NO COMMENT

Aquí, un compendio de noticias y declaraciones sobre el desempleo y la precariedad laboral de una serie de personajes relevantes. Como en la Euronews, me abstengo de hacer comentarios. 




(Fuente: diario El Mundo, 9 de octubre de 2015)

Toña anima a los jóvenes vascos a independizarse y tener hijos aunque no tengan trabajo

El consejero de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno vasco, Ángel Toña, ha reconocido hoy, ante un auditorio formado por jóvenes universitarios, que "con 800 euros no se puede construir un proyecto de vida" y "con 1.500 euros un pareja que quiere tener un hijo tampoco" puede hacerlo en Bilbao.

Aún así ha animado a los jóvenes a que "se vayan con su pareja" y "hasta tengan un hijo", porque así se ve la vida de otra manera y se busca trabajo de forma diferente porque "la necesidad aprieta".
 A su juicio, es "más importante" encontrar un trabajo relacionado con la vocación o el gusto de uno que buscar un empleo estable y bien remunerado.


(Fuente: diario El País, 20 de abril de 2015)

Toña pide a los jóvenes desempleados que aguanten en Euskadi

El consejero de Empleo y Políticas Sociales, Ángel Toña, llamó hoy a los jóvenes vascos a "aguantar" y perseverar en la búsqueda de un empleo en Euskadi en lugar de optar por la emigración.
(...) afirmó que el objetivo debe ser frenar un fenómeno que conlleva desaprovechar el tiempo y los recursos invertidos en la formación de estas personas.

"No queremos que se vayan, harán lo que quieran, pero si aguantan un poco tendrán oportunidad de encontrar un puesto de trabajo.


(Fuente: Eldiarionorte.es, 3 de octubre de 2015)

La patronal cree que el problema está en casa: 
los jóvenes viven demasiado bien y no se esfuerzan

El presidente de la asociación de empresarios de Gipuzkoa, Pello Guibelalde, achaca la falta de espíritu emprendedor y de vocaciones empresariales a que los jóvenes ahora "no tienen hambre" y "viven una vida muy cómoda". "El mercado está en el mundo y nuestro empleo va a estar en el mundo y para toda la vida, va a ser así. Estar en Alemania no es estar fuera de casa, es estar en Europa. Se coge un avión y en hora y media estás aquí", ha indicado el presidente de la patronal, quien ha añadido que hay que entender que "estos jóvenes van a estar en Alemania, Francia o Inglaterra toda la vida".


3 de octubre de 2014 (Diversas fuentes)

Declaraciones de Mónica Oriol, Presidenta del Círculo de Empresarios

"Prefiero a una mujer después de los 45 años o antes de los 25 para evitar embarazos porque, por en medio, ¿qué hacemos con el problema?". "Esa protección de la mujer la desvincula del alineamiento con los intereses de la empresa y la desconecta del esfuerzo diario", ha añadido.

 

lunes, 5 de octubre de 2015

Explicación del nombre del blog: Ian Curtis y su She's lost control


No me gustaba la tecnología, no me gustaban los ordenadores, no me gustaban los móviles. Pero cuando vi que podía seleccionar la música que yo quisiera para el ring de mi móvil, me decanté por She's lost control, “Ella perdió el control”, una canción obra de Ian Curtis.
Curtis fue el cantante de Joy Division, una banda inglesa de finales de los años setenta. Un chico sensible y extraño, amante de la literatura de Kafka y la música de tipos como David Bowie o Iggy Pop, y epiléptico. A veces, en sus conciertos, o bien tenía verdaderos ataque de epilepsia o bien fingía tenerlos, y unía los característicos movimientos de dichos ataques a sus meneos musicales, creando una desenfrenada y particular forma de bailar. Murió a los veintitrés ahorcándose. Dijeron que era depresivo, que sufría las nefastas consecuencias emocionales de un triste divorcio (a sus veintitrés años tenía una hija de cuatro años) y que era adicto a sustancias poco recomendables. El caso es que se suicidó después de haber visto una película de Herzog cuyo protagonista se suicida y escuchado Idiot de Iggy Pop. Eso dicen. La canción She’s lost control, “Ella perdió el control”, la escribió tras presenciar una dura escena cuando trabajaba en los Servicios Sociales (sí, un artista maldito trabajando en los Servicios Sociales). Un día apareció por su oficina una pobre chica pidiendo trabajo, y justo en aquel momento, sin poder evitarlo, la joven sufrió allí mismo un violento ataque epiléptico que la llevaría a la muerte. Ian quedó traumatizado. Él sabía lo que era verse presa de aquel horrible descontrol. Y compuso la canción que décadas después yo escogería para el timbre de mi móvil.
“Confusión es sus ojos, que lo dicen todo. Ella ha perdido el control. Y se aferra al que más cerca esté. Ella ha perdido el control. Y descubre los secretos de su pasado”…
Cada vez que Magdalena me llamaba, sonaba que ella perdió el control.


Madre Ciudad te devora: Metrópolis, de Ferenc Karinthy

El turista accidental . Siempre me ha resultado curioso este título y la mezcla de sensaciones que me despierta: regocijo, suspense, cierto ...