jueves, 15 de diciembre de 2016

Más WhatsApps entre amigas

(a raíz de un trabajo para el Banco de España llamado "Encargado de oficios varios")

Amiga 1

Mira qué puesto más rimbombante (pone el link)

Camarero pa los coleguis (tres emoticonos de gatos llorando de la risa) 

Yo

No me j....  (tres emoticonos de alienígenas) 

Amiga 1

Cómo puedes fardar con los colegas

Yo

Brutal...

Amiga 1

(otra vez los gatos riéndose) 

Trabajo en el Banco de España

Lo mío es el protocolo

El protocolo... de servir copas de vino (más gatos riéndose) 

Yo

Jajajajaja! Oye, igual puedes envenenar a algún Mr. Burns...

Amiga 1

El cianuro... ¿solo o con leche?

¿También te disfrazarán de Sota de Bastos?

¿O pinta en Oros?

Yo 

(tres emoticonos llorando de la risa; tres manos aplaudiendo)

Amiga 1

ARRASTRO

Yo

Pues estaríamos monísimas de sotas...

Amiga 1

Jajajajaja

Yo

Tía, ¡escribe en mi blog! Está expirando...

Como nuestras esperanzas de tener un curro como Dios manda...


Amiga 1

Jajajajaja

Te pasé material la última vez...

Pero sí, lo de camarero del BDE promete...

Yo

Pero quiero tu pluma, jajajaja. Que estoy de un vago últimamente...

Amiga 1

Dímelo a mí

Cuanto menos hago... Ufff

Tengo que ponerme a estudiar y a intentar hacer algo con mi vida...


lunes, 17 de octubre de 2016

Película sobre un desempleado francés: La ley del mercado



La ley del mercado es una de esas películas que para los que hemos/estamos padecido/padeciendo el paro de larga duración equivale a sentarse en un bar con unos amigos y unas cañas y comenzar a desahogarse. Sin censura. Poniendo a caldo a todo Dios. Sin ánimo de ser políticamente correcto o dejarse embaucar por esa atroz corriente de "buenismo" que contamina esta sociedad de locos desde hace demasiado. Porque de vez en cuando uno tiene derecho a estallar y gritar al cielo: 

¿PERO QUÉ MIERDA ES TODO ESTO? ¿Con lo mal que se me está tratando, encima tengo que cerrar el pico, poner buena cara y creerme todas las mezquindades y chorradas que me sueltan los que no saben lo que es estar meses y meses sin trabajar, sin cobrar, sintiendo que no se sirve para nada? 

Creo que sabéis a lo que me refiero. 

Pues buenas noticias, desempleados míos: La ley del mercado, una digna película francesa del año pasado dirigida por Stéphane Brizé y protagonizada por un grandioso Vincent Lindon (¿de verdad que este hombre es actor? ¿Que no se está interpretando a sí mismo?) os va a sentar tan bien como una sesión de desahogo a base de birras y buenos colegas. 

La primera escena ya es de traca...
El pobre Lindon, desempleado de más de 50 tacos durante 20 meses, se enfrenta con uno de esos funcionarios/replicantes que sin utilizar mucho el cerebelo ofrecen a los desempleados que caen en sus garras cursitos varios que no sirven ABSOLUTAMENTE DE NADA, más allá de mantener al pobre desgraciado de turno ocupado durante tropecientas horas en las que debería estar currando. 
Me encanta, sobre todo, cuando Lindon le salta al robótico funcionario que el curso que le vendió es una completa pérdida de tiempo porque después de hacerlo sólo contrataron (se supone que el curso prometía algún tipo de empleo posterior) a los alumnos que ya tenían experiencia en la materia. 

¿Os suena? 

¡AY LA EXPERIENCIA, SEÑORES Y SEÑORAS MÍOS...! Una de las Bestias Negras del desempleado de larga duración. Nos rechazan por tener el estudio, que no la EXPERIENCIA, pero ni Dios nos da una oportunidad para comenzar a adquirir esa divina EXPERIENCIA. 

Al personaje de Lindon también se le junta que tiene mujer e hijo, un hijo con una severa discapacidad intelectual que, no obstante, no le impide tener pretensiones universitarias. Vamos, que el chaval tiene su propia lucha personal, pero lo bueno de la película es que no dramatiza como podría con este aspecto de la vida privada del protagonista, y los momentos en los que Lindon va a clases de danza con su dulce esposa son un agradable rayo de luz en mitad del gris general del film. 

No quiero destripar la película, así que no voy a contar cómo acaba Lindon ganándose la vida (ni describir a la sarta de gilipollas pretenciosos y a la pobre gente que allí conoce).

Lindon también padece una entrevista por Skype...


Sólo, no puedo resistirme, mencionaros qué sucede en mi escena preferida... 

Los que me conocéis un poco ya sabéis que las ENTREVISTAS DE TRABAJO y los CONSEJITOS de psicólogos, consultores de RR.HH. y gurús varios para pasarlas son unas de mis pequeñas obsesiones. Así que imaginad cómo ensalivé cuándo vi al pobre Lindon padeciendo un curso en el que le enseñan a superar con éxito una de estas pruebas mortales y cómo en un debate coordinado por el profe sus compañeros, tan desesperados como él pero dispuestos a comulgar con la canalla maquinaria que rodea su búsqueda, le critican por cómo ha hablado, por cómo iba vestido, por qué poca energía tenía, etc...

La cara de escepticismo que luce Lindon mientras escuchar toda esta SARTA DE CHORRADAS (con sólo pensar la cantidad de enchufados que habitan en las empresas de este país leer que existe tal o cual curso de "Cómo pasar entrevistas de trabajo" me provoca estupor y temblores) es digna de un premio. Bueno, de hecho ya se lo dieron: un César de la academia francesa (un Goya patrio) nada más ni nada menos. 


A esta cara me refiero...


Y también lo ganó la Película y el Director. 

BRAVO. 

Aquí el trailer:   https://www.youtube.com/watch?v=-CWgI5y9cYA





jueves, 4 de agosto de 2016

DIEZ COSAS QUE NO DEBES HACER EN UNA ENTREVISTA DE TRABAJO (I)

Hola a todos los lectores, fieles u ocasionales, de APEC. 

Sé que llevo bastante sin escribir en este blog, pero no, de ningún modo quiero que languidezca hasta desaparecer. 

Por eso voy a continuar alimentándolo con post como éste, en el que, como viene siendo habitual, yo me desahogo un poco (experiencias negativas/surrealistas en la búsqueda de trabajo no me faltan), y algunos lo leen y disfrutan porque pueden sentirse identificados o, sencillamente, intrigados. Porque el submundo del desempleado en pos de un trabajo decente es todo un submundo, amigos y amigas...

Hoy os traigo la primera parte de una de esas célebres listas que tanto gustan en nuestros tiempos, pero con un pequeño matiz no mostrado en el título del post. Porque sí, os voy a enumerar 

DIEZ COSAS QUE NO DEBES HACER EN UNA ENTREVISTA DE TRABAJO
pero sólo si tú eres el ENTREVISTADOR
  
Un interesante cambio de tornas, ¿no? Que mira que a los que nos enfrentamos a entrevistas de trabajo les encanta darnos pautas y consejitos...

Pues allá vamos. ¡Ah! Y como dicen en los telefilmes de sobremesa, todo está BASED ON A TRUE STORY


1- ABANDONA TODA CONDESCENDENCIA

Ah, la condescendencia..., ese pequeño vicio del espíritu que te hace sentir una mezcla de pena/menosprecio por algunos individuos que tienes delante. Crees que ellos están mal o, al menos, peor que tú, ladeas la cabeza con una media sonrisita, e intentas entenderlos (qué habrán hecho los pobres para estar tan mal) o aconsejarles para que aspiren a estar a tu nivel. 

No, venga, ahora en serio, consultores y consultoras de RR.HH. de este país y entrevistadores ocasionales. Pensad que la persona que tenéis delante es una COMPLETA DESCONOCIDA para vosotros. No deis por hecho que su vida es/ha sido mucho peor que la vuestra porque lleve desempleada X meses o años. En fin: comeos con patatas vuestra condescendencia y tratadla de igual a igual. Quizás su vida privada, por decir algo, sea mucho más equilibrada o satisfactoria que la vuestra... Pensadlo. 


La entrevista de curro al oso Ted: eso sí que es saber contestar


2- TEN EN CUENTA QUE LAS APARIENCIAS ENGAÑAN




Que tengas delante a una muchacha con un físico extremadamente cuidado no significa que la mujer vaya a estar haciéndose la manicura francesa o rizándose las pestañas cada dos por tres en su puesto de trabajo. Que tu entrevistado sea un clon de Mario Vaquerizo no debería hacerte sospechar que se trata de un adorador de Satán que puede armar la marimorena cada dos por tres debido a su afición a las sustancias estupefacientes. 

Por favor, como dice Morfeo, Free your mind. Intenta averiguar quién vive bajo el escaparate. 

3- NO LE RECUERDES LA EDAD QUE TIENE O HACE CUÁNTO QUE SE LICENCIÓ

O cuánto tiempo lleva en el paro, o cuándo fue su último trabajo de "lo suyo"..

A ver, de verdad... Mira en qué país vives, cómo está la mayoría de la gente que lo puebla (no tú y tus colegas, amigos y familiares). 

 ¿De veras que tanto te sorprende que esa persona que tienes delante lleve tanto en el paro, que pese a haber pasado los treinta sólo haya encadenado puestos de becario o de baja cualificación, que no haya huido despavorida al extranjero? 

Pues si pese a mi consejito sí que te sorprende, ok, qué se le va a hacer... Pero por favor: NO LE TRANSMITAS TU SORPRESA. Denotaría poca sensibilidad e inteligencia, de la emocional, quiero decir. En serio que no hace falta que le recuerdes nada de todas estas cosas: te digo yo que la persona que tienes delante lo recuerda bastante bien, varias veces al día. 

4- FOBIAS Y FILIAS PERSONALES FUERA, POR FAVOR

Puede pasar, puede... Aquel chaval que te trataba tan mal en el cole era rubio con el pelo rizado y los ojos verdes. Y, oh, vaya, resulta que el chico al que vas a entrevistar tiene el pelo y los ojos así, y no sólo eso, parece su medio hermano con esa nariz chata y esas cejas oscuras. ¡Si hasta tiene la misma voz ronca! Y también viste de negro de pies a cabeza, oh, cielos... 

Pues nada, si eres un buen profesional, te tienes que aguantar. Vas a tener que entrevistarlo como Dios manda. Y averiguar si es apto o no para el empleo para el que ha sido llamado. Y punto. 
Si sigues teniendo pesadillas con el rubio chato, busca ayuda profesional...

Nos entendemos, ¿no?

5- SÉ CONSCIENTE DE QUE NO VIVES EN MENTES CRIMINALES

Ni que eres Jodie Foster en El silencio de los corderos etc... 


Ni la diablesa de Prada, querida...


Vamos a ver, si lo que estás ofertando es un puesto de becario/becaria de como mucho nueve meses  de duración con sueldecito de 300/400 eureles, ¿a qué viene ponerle a prueba al pobre diablo que tienes delante tocándole los que tú crees que son sus puntos de presión? ¿O sometiéndole a esas triquiñuelas psicológicas que tanto te fliparon en tu Master de RR.HH.?

Que no, querido/a, que no... Que eso está de más, no te lo creas tanto, sé realista, sé sencillo/a, ponte en el lugar de la otra persona. Ni tú eres un Sherlock ni él/ella un asesino en tensión al que debes hacer confesar.

Y bueno, piensa qué pasaría si en realidad tienes a todo un Hannibal Lecter en potencia, si le ofendes con tus rollitos psicológicos y encima no le pasas la entrevista... Piensa, piensa...


(TO BE CONTINUED




miércoles, 18 de mayo de 2016

Cómo se comporta tu gente cuando estás en el paro (II)

En la primera parte de este post, hace ya bastantes meses, me centraba en contar qué mal se portan algunas personas de nuestro círculo cuando ven que no tenemos trabajo ni forma humana de conseguirlo (te dicen que te pongas a currar en cualquier cosa o que te largues fuera, te acusan implícitamente de no buscar bien o de ser un exquisito, etc, etc...). Y la sorpresa que eso nos despierta. Porque no esperábamos que actuaran así. 

En esta ocasión, en cambio, quiero hablar de justo lo contrario, de esa gente que al vernos desempleados y desesperados hacen lo que pueden para tratar de ayudar. No incluyo aquí familiares cercanos y amigos de corazón, porque ellos, salvo algunas tristes excepciones, son los únicos que dan un apoyo incondicional. 




Hablaré de mí, no me iré por las ramas ni me arriesgaré a generalizar. 

En mi caso, en estos años de desempleo me he encontrado con personas que han dejado claro que me aprecian personal y laboralmente más que yo misma. Mencionaré a amigos recientes (es decir, a los que me unen unos cuantos meses de relación), a amigos de amigos (gente muy agradable pero a la que veo sólo de vez en cuando), o incluso a personas que he conocido de forma más o menos accidental. 

Pues mirad, resulta que estas personas han hecho todo lo que han podido por encontrarme trabajitos ocasionales o trabajos más que decentes. ¿Que por qué? Porque, según me han confesado, les daba mucha rabia que alguien "como yo" (supongo que entran en juego cualidades personales y laborales) fuera tan maltratado por el sistema de búsqueda de empleo. 

Estas gentes me han pedido copias de mi CV para llevarlas a sus empresas, me han conseguido entrevistas en sus empresas o en otras compañías, han hablado muy bien de mí a personas que podían ayudarme de alguna forma, y en varias ocasiones lo han conseguido, sí: han logrado que durante días o semanas yo pudiera trabajar de profesora de idiomas, dependienta de ropa en una tienda bastante chic, de atención al cliente en una importante feria o, incluso, ALABADO SEA JAHVÉ, de algo de lo mío, de periodista, sí, sí, como lo leéis: 

han logrado que me pagaran por asistir a ruedas de prensa y redactar artículos para revistas especializadas. 

Así que arrojemos un poquito de luz a las tinieblas. Tampoco quiero que este blog sea todo quejas y más quejas, burlas hacia consultores de RR.HH. mezquinos, y toneladas de decepciones. Hoy, al menos, quiero reivindicar la presencia de GENTE BUENA y con EMPATÍA en este mundo. 
Es escasa, muchas veces se la echa de menos, pero la hay. Os lo digo yo. 

Y cuando alguien así aparece para echar un clave de forma totalmente desinteresada, movida sólo por la rabia que le da vernos mal o desaprovechados, vuelvo a creer en el ser humano. 

Deseo de todo corazón que si aún no ha sido así, más pronto que tarde os crucéis con alguno de estos individuos. Cuando aparecen, los seres decepcionantes casi desaparecen de la memoria. 

Mucho ánimo, paciencia y esperanza a todos los que leéis el blog. 




viernes, 1 de abril de 2016

Master con Bolsa de trabajo: ¿camelo deluxe?




En mi caso, por ahora, así ha sido. 

Las dos presuntas y seductoras Bolsas de trabajo que publicitaban los publicitadores de los dos Master que tengo no me han servido de nada. Ni he tenido constancia de que existieran realmente. Porque que yo sepa, ni a mí ni a mis compañeros nos han ofrecido jamás trabajos ad hoc por el simple hecho de haber realizado el Master X o Y. 

Con esto no quiero decir que todos los Master así anunciados pasen olímpicamente de las Bolsas de trabajo en cuanto sus alumnos se sacan el título. Pero sí que creo que este reclamo que tanto se molestan en resaltar merecería ser más cuidado. Porque si no, los responsables del Master de turno quedarán como unos cameladores deluxe

Es decir, muy bonito todo mientras dura (clases más o menos interesantes, entrevistas en grandes empresas para prácticas, la sensación de que uno está a puntito de entrar con buen pie en cierto mundillo laboral...). Pero en cuanto la remesa del curso finiquitado se larga, hale, si te he visto no me acuerdo. 

Y a continuación, nuevos anuncios del Master en prensa, Internet, etc..., para captar nuevos alumnos. 

Eso no está bien, nada bien, señores míos. 

La reflexión de hoy la hago porque ayer estuve acordándome de que hace justo diez años estaba yo a punto de terminar uno de mis dos Master, en este caso, de Periodismo Multimedia. Un célebre Master organizado por un gran grupo de medios de comunicación multimedia con gran presencia en prensa, radio, televisión, Internet y producción audiovisual. 

Como os podéis imaginar, uno de sus grandes reclamos era lo que aquí estamos tratando, y yo, desde luego, pensé que cursarlo me abriría muchas puertas, que sería tenida en cuenta con especial atención en procesos de selección para trabajar en algún medio del grupo (que haberlos, haylos).

Pero no, me equivoqué. En cuanto terminó el curso (muy muy caro y bastante duro, prácticamente vivía en las instalaciones del Master entre semana, y hasta fuimos a currar allí un domingo), no volví a saber del grandioso Grupo de Comunicación Multimedia. 

Ni mails informativos con ofertas de trabajo para currar en el conglomerado (qué les costaría hacer una lista de ex-alumnos y pasarnos algún link de vez en cuando), ni recomendaciones ni conexiones (me consta que en mi curso había gente muy válida para una o varias materias), ni un espacio de RR.HH. en su página oficial como Dios manda. 

Si hasta os cuento que la pestaña "Trabaja con nosotros" estaba estropeada (daba error en cuanto clickabas) hasta que les envíe un mail diciéndoles que aquello no funcionaba. Lo arreglaron en menos de 48 horas. Ahora te invitan a que les envíes tu CV y les expliques, vivan las cribas New Age, por qué quieres trabajar con ellos. 

Imaginad dónde acabarán vuestros lindos CV...



Y termino ya contando un chascarrillo bastante irritante...

¿Sabéis cómo contrataron al actual crítico de cine de uno de sus diarios más importantes? 

Recurriendo al amigo de un periodista que trabaja en dicho periódico, que frecuenta cierto cine-club. Él les recomendó a un chaval del grupete. Por eso desde hace algunos años este muchacho se dedica a ir al cine unas tres veces por semana, escribir críticas de cine y reportajes de varias caras, y cobrar por ello, naturalmente. Se trata de una persona a la que barajaron vetar la entrada en ese cine-club por chanchullos de desfalco y malos modos (ya sé que esto es intrascendente, pero me parece un agravante) y que no tiene ningún estudio relacionado con la redacción o la comunicación. Pero tuvo la Gran Fortuna de ser amigo del amigo de no sé quién. 

Pero quizás todo este post sea un despropósito y la culpable sea yo, que no me he enterado bien de cómo funcionan mis dos sabrosas Bolsas de trabajo. Y que no sé sacarles todo el partido. 

Buen día. Sed felices. Y tened cuidadín con estas cosas. Más nos vale tener apigos importantes que estudiar como seminaristas. 



martes, 8 de marzo de 2016

Parte de mi entrevista soñada


 “Buenos días, Anabel”. “¡Buenos días!”. “¡Ay! Qué daño…”. “¡Perdone! ¿Le he apretado demasiado fuerte la mano? Es que no puedo controlar mi increíble seguridad en mí misma y mis ganas de sentirme por encima de otras personas en cuanto las conozco”.

“Leo tu CV, redactado con esmalte de uñas negro sobre papel de plata ─muy bien, siempre hay que ser original─, y veo que pese a tener 3X años no has trabajado en tu vida, ¿por qué, Anabel?”. “Oh, mire, es lo que tiene haberse pasado la juventud entrando y saliendo de reformatorios, clínicas psiquiátricas, centros de desintoxicación e instituciones penitenciarias. Ya sabe, pecados de juventud al tener tanta energía difícil de encauzar y una asfixiante pasión por la vida”.

“Defínete a ti misma en tres palabras”. “Antropófaga, Sociópata y Multi-toxicómana”.

“¿Tu mayor defecto?”. “No controlar mis tendencias homicidas cuando estoy en lugares públicos”.

“Tu trabajo soñado y por qué”. “Sicario internacional: viajas con todos los gastos pagados, conoces diferentes culturas y a gente de todo tipo, y te pagan bien por encargarte de eliminar a seres humanos de este planeta sobrepoblado”.

“¿Aún vives con tus padres?”. “Oh, no, los declaré incapaces judicialmente, los ingresé en un asilo subvencionado y me quedé con su casa”.

 “¿Cómo te ves dentro de cinco años?”. “Ocupando su puesto de trabajo”. “Explícate”.
“Encantada... Será pan comido. Entraré en esta empresa sea como sea, y si no lo hago ocupando un puesto en su departamento, no tardaré mucho hasta lograrlo. Es más, llegaremos a ser vecinas de mesa. Al principio me mostraré desvalida e insegura y fingiré admirarla mucho; le pediré consejos continuamente, por todo. Mi actitud le barnizará el ego hasta límites insospechados y provocará que sienta hacia mí una extraña mezcla de simpatía y condescendencia casi maternal, y por eso bajará la guardia, no sospechará siquiera la manzana podrida que le han metido dentro de su cubil laboral. No se dará cuenta de cómo a sus espaldas comienzo a malmeter contra usted por toda la empresa pero sin perder jamás mi halo de ingenuidad. Y rápidamente empezaré a ganar adeptos y más adeptos a mi causa hasta lograr, sin despeinarme, mi objetivo: demonizarla sin piedad, destruir su reputación y construir la indiscutible idea de que debe ser sustituida. ¿Y por quién? Pues por la persona a la que ha formado y acompañado durante tantos meses, que además, cae estupendamente a todo el mundo, o sea: YO. En fin, que montaré una brillante e intricada conspiración contra usted y acabaré ocupando su puesto. Antes de cinco años yo me sentaré ahí”.

“Muy bien, ¿quieres que te dé mi feedback?”.
“¿Feedback? ¿Pero qué morralla de palabra es ésa? ¡Hábleme en cristiano, por favor! No utilice barbarismos anglosajones para tratar de venderse como una exquisita profesional globalizada. Qué feedback, ni qué feedback: diga ‘análisis’, ‘conclusiones’, ‘impresiones’, ‘observaciones’… No me sea pretenciosa, por favor, y tenga un poco de respeto por nuestra rica lengua cervantina”.

miércoles, 2 de marzo de 2016

WhatsApps tras entrevista de trabajo (No Comment)

Amiga 1
A ver chicas de Master de RRHH



Si os preguntan



¿Por qué crees que con tu experiencia y formación no has tenido un puesto estable hasta ahora?



¿Qué respondéis?



Yo he dicho que no sé por qué.


Que he llamado a todo tipo de puertas tanto públicas como privadas. Que considero que mi CV no es el mejor pero que tampoco es malo.



Y que realmente no sé por qué.


Que me encantaría que me dijeran la razón o en qué fallo.



¿Qué contestaríais vosotras? ¡Porque estoy hasta los eggs de preguntas de manual!




Yo
Guapi!! Pues mira, te seré sincera...


Como estoy cansada de jugar al Matrix en el que viven algunos consultores (trabaja en algo que te llene del todo, si no encuentras trabajo algo estás haciendo mal, etc...), con todo mi encanto y buena educación les hablaría de algo llamado España, de otra cosa llamada Coyuntura, y de una más que responde al nombre de Crisis Económica Mundial.


Y citaría, mi Mala Fortuna en cuanto a que alguien con poder de algún tipo en algún momento confiara en mí para un trabajo adecuado a mi formación y a largo plazo.


 Me cuesta ya jugar a un Mundo Feliz y creo que ya es hora de dejar de hacernos las tontas y entrar en su simulacro.


En el fondo todos sabemos lo que pasa...



Amiga 1
Jolín, ¡pues eso! ¡Eres de las mías!!



Jajajaja



He pasado por alto la crisis.



Pero c..., que me están ofreciendo un trabajo de refuerzo.



¿Y me hablan de estabilidad?



Es que me parto.



Así que me he relajado y he dejado fluir las respuestas.



Yo
¡Muy bien! ¡¡Si es que nos hacen creer que somos groseras por hablar de la Puñetera Realidad!!


Yo estoy en este punto después de todos los impresentables con los que me he topado, pero sin perder las formas creo que es hora de hacernos oír.


Paso de interpretar a estas alturas...



Amiga 1
Ya os contaré cómo ha sido en cuanto sepa algo.


Pero como al menos tengo el curso de renta...he ido en plan relaxing.


Que me la s... un poco.



Si llaman, bienvenidos, y si no, pues a otra cosa...



Amiga 2
Esa pregunta es trampa.



Importa, yo creo, la actitud con la que des la respuesta.



Quieren ver si eres optimista y que superas la adversidad, o pesimista.



Yo no habría sabido que responder, Amiga 1.



Amiga 1
Jolín...



¿Y lo del trabajo ideal?



Es que manda c......



Amiga 2
Pues sí.



Amiga 1
Pues consejero de Iberdrola.



Amiga 2
Esa hubiera estado bien responder.



Amiga 1
Me han dado ganas de responder.



Amiga 2
Manda c...... q con la q esta cayendo me pregunten eso.



Amiga 1
He nacido para consejera delegada de alguna empresa del Ibex y mientras tanto dejo que me exploten en curros de mierda.



Amiga 2
Y si lo supiera habría encontrado hace tiempo trabajo.



Amiga 1
Jajajaja



Amiga 2
Jajajaja



Amiga 1
Si lo supiera no estaría viendo tu cara, nena.

Y que si seguía con las oposiciones de ..........



Amiga 2
Jajajaja



Amiga 1
¡C...! ¡Y a ella qué importa!



Amiga 2
Tu cara de cardo.



Eso.



Amiga 1
He mentido como una perra.

Que si solo me he centrado en .........., que si no he hecho ninguna más.



Que cuál había sido mi experiencia más desagradable.



Le he contado una que tuve con un drogi.



Han flipado.



Amiga 2
Jajajaja



Amiga 1
Con un par. Les he contado lo de la metadona y con el mono que van los lunes.



Y después del episodio me pregunta una de ellas ¿Y una experiencia desagradable al teléfono?

Que alguna no tan física...

(cuatro emoticonos con cara de susto y mejillas sonrosadas)



Y le he dicho que no recuerdo ninguna que me traumara, la verdad: a tomar-por-el-C...



Yo
Jajajaja... A mí también me entrevistaron esas dos para las prácticas del Master.


Pero prefirieron a la borde que no me saludó en ........



No tengo mal recuerdo de ellas, mira tú...



Amiga 1
Mal recuerdo no... Pero si se caen por las escaleras y ruedan delante de ti...¿lo lamentarías? (cuatro caritas maquiavélicas)



Buena pregunta de manual.



Jajajaja



Yo
(diez caritas llorando de la risa)

Mas pillao (cara de demonio guasón)



Amiga 2
Jajajaja






lunes, 1 de febrero de 2016

"Con muchas ganas de trabajar"

Pequeña reflexión del día.

Esto va para los que redactan las ofertas de empleo que se publican en diarios, páginas de Internet, etc, etc...

¿De veras creéis que hay que especificar que buscáis personas "con muchas ganas de trabajar"?
¿No llegáis a la conclusión de que en un país con más de seis millones de parados la gente que está en el paro, sobre todo los parados de larga duración, tienen "muchas ganas de trabajar"?

Seamos serios, sensatos, humanos y profesionales, por favor. Son cualidades que quien firma esto echa mucho de menos en consultores de RR.HH. en general, en entrevistadores en particular.

Buen día a todos.


viernes, 15 de enero de 2016

La muerte de David Bowie

me ha pillado por sorpresa (¿alguien sabía que este hombre estaba tan enfermo?), y me ha dejado rara, con el cuerpo extraño y la cabeza rebelde, bombardeándome cada poco (por la noche especialmente: entonces los recuerdos se vuelven asesinos) con imágenes y sonidos suyos que han formado parte de mi vida.




Lo descubrí muy de cría, en Dentro del laberinto, esa película tan especial y tan llorada por los de mi quinta. La rodó en 1986, con aquella niña preciosa de pelo negro llamada Jennifer Connelly, rodeados ambos de muñecos descacharrantes, en una época gloriosa para las películas de aventuras en las que los directores de cine no tenían miedo a jugar con guiñoles.
Los ingenuos que crean que poner bichitos peludos en un filme puede restarle seriedad es que no conocen la capacidad de provocar inquietud o tembleques que tienen estos personajes, a medio camino entre adorables peluches y criaturas sobrenaturales. O es que directamente no han visto a los Gremlins malos o a los villanos de El cristal oscuro

Dentro del laberinto nos encantó a muchos, sí. Jareth, el personaje de Bowie, parecía haber sido diseñado especialmente para él, aunque se dice que los favoritos eran Michael Jackson y Sting. 
Pero Bowie hizo un trabajo insuperable al prestar carne y voz al ¿diabólico? y misterioso monarca de los Goblins, un noble de estética dandi/manga (esos pelos a lo Caballero del Zodiaco) empeñado en quedarse con el hermanito de Sarah, una joven subyugada por el poder de la literatura fantástica. Aunque parecía que, pese a la tremenda diferencia de edad (23 años), era Sarah el verdadero objetivo de Jareth.


Sarah y Jareth: el amor imposible de los 80


En fin... Se puede decir que ese personaje de rostro, ropas y actitudes tan peculiares simboliza para mí la magia y el encanto de toda una década fantasiosa, freak, brillante, rockera, rebelde, exagerada, algo infantil y un punto hortera: los 80. 

Aquí un vídeo en el que una Jennifer Connelly actual  cuenta lo majo que le pareció Bowie. 

Tras esta fascinación infantil por el Rey de los Goblins, hubo mucho más en mi historia de admiración y curiosidad por el Duque Blanco (su sobrenombre más bonito, en mi opinión), del que los adultos de mi entorno decían que tenía cada ojo de un color o que estaba casado con una negra espectacular de nombre exótico. Hubo más, sí, porque descubrí su música, y qué os voy a contar sobre su música y sus locos alter egos... En mi novela Anabel perdió el control, que cada vez creo más que va a limitarse a mostrar algunos de sus trocitos en este blog, la protagonista tiene la sana costumbre de invocar a David Bowie y su Space Oddity para escapar de la realidad y pasear con su versión espacial, Ziggy Stardust, por el universo. 

Y también hubo más películas del artista que ya más crecidita, me dejaron ver, como El ansia (Bowie de vampiro decadente y elegante, ¿por qué demonios nadie volvió a pedirle que lo hiciera?), o la durísima Feliz Navidad, Mr. Lawrence (si habéis leído Estupor y temblores, de Amèlie Nothomb, atentos a cuando menciona la película). 

Y así, con el paso de los años, Bowie fue convirtiéndose en una leyenda de mi imaginario artístico particular, de esos titanes a los que recurro cuando necesito volver a los "clásicos" o cuando me los recuerda cierta película, obra o situación. Pero la cosa es que podía gozar de que Bowie fuera una de mis leyendas vivas... hasta hace menos de una semana. 

Tres días después de su 69 cumpleaños y tras sacar su último disco, Black Star, va y se nos muere. 

Nunca lo vi en concierto. En 2004 estuve a punto, pero anuló su visita a la Villa de Bilbao por problemas de salud. Maldita sea. Se rumoreaba que iba a dar algunos en 2016...

Como curiosidad decir que hay una psicodélica y glam(rock)urosa película de 1998 llamada Velvet Goldime (con una banda sonora de infarto) en el que el intenso Jonathan Rhys Meyers interpreta a un trasunto de Bowie y el loco de Ewan McGregor hace lo propio con Iggy Pop (se rumorea que Bowie y Pop fueron más que íntimos). 


McGregor y Rhys-Meyers derrochando Glam



Pero ahora sólo nos queda escuchar y deleitarnos con Estrella Negra, su último doppelgänger, y dejar que la piel se nos ponga como escarpias al ver el vídeo-clip de Lazarus, porque en él Bowie, con toda su elegancia y su sabiduría y un gran sentido del humor (negro, muy negro, cómo no), nos dice que se tiene que ir muy a su pesar, que como ya sospechábamos la Muerte es una asesina despótica e insaciable que no le perdona ni a él. Pero como recuerdo nos deja todo su Arte, que no es poco.




Y estoy segura de que a la Parca no le habrá sentado nada bien cómo se ha mofado de ella.
Con Lazarus claramente le está diciendo: "Puede que hayas ganado, que finalmente me hayas arrastrado a tu reino sin billete de vuelta, pero gracias a este vídeo todos sabrán que lo has hecho de forma tan rastrera como siempre y te odiarán aún más mientras que yo sobreviviré más grande que nunca en sus memorias".

Amén. 

Good bye, Mr. Bowie. 



martes, 5 de enero de 2016

Cosas que me gustan: The Leftovers

The Leftovers



Al principio no me convencía esta serie ¿de ciencia-ficción? que me recordaba algo a The Walking Dead y Les Revenants

La premisa también me traía a la cabeza otras series (un día, así por así, el 2% de la población mundial se desintegra, y nadie sabe por qué), pero los elementos más o menos originales que ofrecía me dejaban un poco fría (como la secta de los fumadores vestidos de blanco que no hablan y acosan). 

Kevin (Theroux) en plan sheriff Rick frente a su peor y fantasmagórica pesadilla


Sin embargo, en su segunda temporada creo que la cosa ha mejorado bastante, sobre todo, gracias a sus impactantes últimos episodios. 

Basada en un libro, parece que esta temporada ya no tiene nada que ver con su novela de base. Y como tiene de guionista a uno del equipo de Lost, no es de extrañar lo desquiciante, kafkiana, y davidlynchnesca que se pone en ocasiones. 

La mayoría de sus interpretaciones son brillantes, mención especial a Justin Theroux, el atormentado y tatuado ¿héroe?, y a una insólita Liv Tyler, que aprovecha la extraña belleza que le han dado los años para dejar por fin atrás su imagen de Lolita ingenua y revelarse como una actriz muy interesante que hasta puede provocar una extraña repulsión. 



Y la banda sonora me encanta (atención al quizás demasiado manido pero genial Where is my mind? al piano). 

Aquí el trailer. Va a haber tercera temporada. Bravo. 

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