jueves, 4 de agosto de 2016

DIEZ COSAS QUE NO DEBES HACER EN UNA ENTREVISTA DE TRABAJO (I)

Hola a todos los lectores, fieles u ocasionales, de APEC. 

Sé que llevo bastante sin escribir en este blog, pero no, de ningún modo quiero que languidezca hasta desaparecer. 

Por eso voy a continuar alimentándolo con post como éste, en el que, como viene siendo habitual, yo me desahogo un poco (experiencias negativas/surrealistas en la búsqueda de trabajo no me faltan), y algunos lo leen y disfrutan porque pueden sentirse identificados o, sencillamente, intrigados. Porque el submundo del desempleado en pos de un trabajo decente es todo un submundo, amigos y amigas...

Hoy os traigo la primera parte de una de esas célebres listas que tanto gustan en nuestros tiempos, pero con un pequeño matiz no mostrado en el título del post. Porque sí, os voy a enumerar 

DIEZ COSAS QUE NO DEBES HACER EN UNA ENTREVISTA DE TRABAJO
pero sólo si tú eres el ENTREVISTADOR
  
Un interesante cambio de tornas, ¿no? Que mira que a los que nos enfrentamos a entrevistas de trabajo les encanta darnos pautas y consejitos...

Pues allá vamos. ¡Ah! Y como dicen en los telefilmes de sobremesa, todo está BASED ON A TRUE STORY


1- ABANDONA TODA CONDESCENDENCIA

Ah, la condescendencia..., ese pequeño vicio del espíritu que te hace sentir una mezcla de pena/menosprecio por algunos individuos que tienes delante. Crees que ellos están mal o, al menos, peor que tú, ladeas la cabeza con una media sonrisita, e intentas entenderlos (qué habrán hecho los pobres para estar tan mal) o aconsejarles para que aspiren a estar a tu nivel. 

No, venga, ahora en serio, consultores y consultoras de RR.HH. de este país y entrevistadores ocasionales. Pensad que la persona que tenéis delante es una COMPLETA DESCONOCIDA para vosotros. No deis por hecho que su vida es/ha sido mucho peor que la vuestra porque lleve desempleada X meses o años. En fin: comeos con patatas vuestra condescendencia y tratadla de igual a igual. Quizás su vida privada, por decir algo, sea mucho más equilibrada o satisfactoria que la vuestra... Pensadlo. 


La entrevista de curro al oso Ted: eso sí que es saber contestar


2- TEN EN CUENTA QUE LAS APARIENCIAS ENGAÑAN




Que tengas delante a una muchacha con un físico extremadamente cuidado no significa que la mujer vaya a estar haciéndose la manicura francesa o rizándose las pestañas cada dos por tres en su puesto de trabajo. Que tu entrevistado sea un clon de Mario Vaquerizo no debería hacerte sospechar que se trata de un adorador de Satán que puede armar la marimorena cada dos por tres debido a su afición a las sustancias estupefacientes. 

Por favor, como dice Morfeo, Free your mind. Intenta averiguar quién vive bajo el escaparate. 

3- NO LE RECUERDES LA EDAD QUE TIENE O HACE CUÁNTO QUE SE LICENCIÓ

O cuánto tiempo lleva en el paro, o cuándo fue su último trabajo de "lo suyo"..

A ver, de verdad... Mira en qué país vives, cómo está la mayoría de la gente que lo puebla (no tú y tus colegas, amigos y familiares). 

 ¿De veras que tanto te sorprende que esa persona que tienes delante lleve tanto en el paro, que pese a haber pasado los treinta sólo haya encadenado puestos de becario o de baja cualificación, que no haya huido despavorida al extranjero? 

Pues si pese a mi consejito sí que te sorprende, ok, qué se le va a hacer... Pero por favor: NO LE TRANSMITAS TU SORPRESA. Denotaría poca sensibilidad e inteligencia, de la emocional, quiero decir. En serio que no hace falta que le recuerdes nada de todas estas cosas: te digo yo que la persona que tienes delante lo recuerda bastante bien, varias veces al día. 

4- FOBIAS Y FILIAS PERSONALES FUERA, POR FAVOR

Puede pasar, puede... Aquel chaval que te trataba tan mal en el cole era rubio con el pelo rizado y los ojos verdes. Y, oh, vaya, resulta que el chico al que vas a entrevistar tiene el pelo y los ojos así, y no sólo eso, parece su medio hermano con esa nariz chata y esas cejas oscuras. ¡Si hasta tiene la misma voz ronca! Y también viste de negro de pies a cabeza, oh, cielos... 

Pues nada, si eres un buen profesional, te tienes que aguantar. Vas a tener que entrevistarlo como Dios manda. Y averiguar si es apto o no para el empleo para el que ha sido llamado. Y punto. 
Si sigues teniendo pesadillas con el rubio chato, busca ayuda profesional...

Nos entendemos, ¿no?

5- SÉ CONSCIENTE DE QUE NO VIVES EN MENTES CRIMINALES

Ni que eres Jodie Foster en El silencio de los corderos etc... 


Ni la diablesa de Prada, querida...


Vamos a ver, si lo que estás ofertando es un puesto de becario/becaria de como mucho nueve meses  de duración con sueldecito de 300/400 eureles, ¿a qué viene ponerle a prueba al pobre diablo que tienes delante tocándole los que tú crees que son sus puntos de presión? ¿O sometiéndole a esas triquiñuelas psicológicas que tanto te fliparon en tu Master de RR.HH.?

Que no, querido/a, que no... Que eso está de más, no te lo creas tanto, sé realista, sé sencillo/a, ponte en el lugar de la otra persona. Ni tú eres un Sherlock ni él/ella un asesino en tensión al que debes hacer confesar.

Y bueno, piensa qué pasaría si en realidad tienes a todo un Hannibal Lecter en potencia, si le ofendes con tus rollitos psicológicos y encima no le pasas la entrevista... Piensa, piensa...


(TO BE CONTINUED




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